En una boda, generalmente todas las miradas se dirigen a la novia. Es que los vistosos modelos que suelen llevar puestos las novias son los que más llaman la atención de los asistentes. Aunque esto sea una realidad, no quiere decir que el novio no deba vestir de manera elegante. Todo lo contrario, el traje del novio es de suma importancia para que la boda sea una ocasión memorable.
Conscientes de lo antedicho, muchos diseñadores han puesto especial empeño en ofrecer una gran gama de atuendos para que los novios vistan apropiadamente en el día más importante de sus vidas. De hecho, en ocasiones algunos hombres tienen tantos diseños para elegir que les cuesta decantarse por uno. ¿Cuál será el traje más apropiado? La respuesta variará en función del novio, de sus apetencias y de las características de la boda.
Ante la multiplicidad de modelos, se han de tener en cuenta los gustos del contrayente. No se espera que elija un traje que le resulte incómodo o que no responda a su estilo. Si así sucediere, el novio tal vez no disfrute tanto del día de su boda como se esperaría. Pero, además de tener en cuenta los gustos del novio, habrá que ver cómo será la fiesta. ¿Qué norma de vestimenta regirá para los invitados? Si los novios se visten de manera extremadamente formal o tradicional, pero la concurrencia está arreglada un tono más informal, tal vez dé la impresión de que los contrayentes desentonan por la manera como están ataviados.
Si se tienen los cuidados necesarios, el novio podrá seleccionar el traje que más le guste –sea un frac, un esmoquin u otro atuendo apropiado–, que esté a tono con el arreglo de la novia y con las características de la boda que celebrarán.
